MESSI Y RONALDO LA SEQUIA GOLIADORA PERO A MESSI LE VA MEJOR
Messi y Cristiano Ronaldo no están finos de cara a puerta. Ya no marcan con la facilidad de antes. Falla el punto de mira. El argentino y el portugués, las dos estrellas máximas de la Liga y la Champions, atraviesan extrañas sequías de puntería con diferencias sutiles entre ambas que convierten la mala racha del argentino en un mal menor y la del portugués en una situación cuasi desesperante.
Desesperante para el propio Cristiano, que ante el Olympique de Lyon se mostró especialmente nervioso en la segunda mitad. Chutaba, regateaba, desbordaba y volvía a chutar en busca de la portería de Lloris. Nada. Los goles no llegaban. Y su gesto se torcía.
Lógico: CR7 vive del gol más que del resto de virtudes. Virtudes que, por cierto, ahora muestra más desarrolladas. Pasa más y se muestra más solidario con el juego colectivo. Mourinho se lo agradeció en rueda de prensa tras el duelo ante los franceses: "Me gusta más este Cristiano", le defendió.
Sin embargo, nadie lo niega, la esencia del luso es meter la dichosa pelotita entre los tres palos. Así, a ritmo de goles, se planteó superar a Messi en su pelea por el Balón de Oro en esta temporada. Así, a ritmo de un pichichi histórico, hizo de la pasada temporada una campaña de notable alto en su puntuación personal.
MESSI Y RONALDO LA SEQUIA GOLIADORA PERO A MESSI LE VA MEJORMessi tampoco marca como antes. Frente al Viktoria Plzen, 'La Pulga' tampoco acertó como antes de cara a puerta. Tuvo ocasiones, sí, pero no las metió. Se perdió en su estilo cuasi barroco. Parecía que quería entrar con la pelota dentro de la portería.
Guardiola, como hizo Mourinho, le defendió. "Ojalá sea así por mucho tiempo", afirmó en un guiño al resto de virtudes que hacen de Leo un jugador más importante que Cristiano cuando éste no marca goles.
La transformación de Leo MESSI Y RONALDO LA SEQUIA GOLIADORA PERO A MESSI LE VA MEJOR
Esta es la principal diferencia entre ambos: su esencia. Cristiano es delantero. Es depredador del área. Vive de marcar goles, casi exclusivamente de marcar goles. Messi no. Messi es delantero, sí, pero su rol se asemeja más al del mediapunta o falso delantero, como le gusta llamarlo Pep.
Cuando los defensa rivales taponan al argentino, éste responde bajando al mediocampo para oxigenar el juego de los suyos y convertirse en un surtidor impresionante de asistencias. Ayer mismo Iniesta se aprovechó de esta capacidad para transformarse en un 'Laudrup' del siglo XXI.
A Cristiano, sin embargo, se le baja la persiana cuando los rivales le anulan. Él, en lugar de centrarse en repartir asistencias, suele ofuscarse en buscar el área rival de mil y una maneras diferentes.
Cristiano el ofuscado MESSI Y RONALDO LA SEQUIA GOLIADORA PERO A MESSI LE VA MEJOR
Los datos corroboran esta versión: Messi ha chutado esta temporada en Liga en 37 ocasiones, mientras que Cristiano Ronaldo lo ha hecho ya 50 veces. Sin embargo, los datos del argentino son mejores en cuanto a goles: 10 por 8 del portugués.
En cuanto a pases de gol el del Camp Nou ha repartido ya diez asistencias de gol, mientras que Cristiano ha dado tres menos. Las diferencias de la temporada pasada fueron mayores aún.
Cristiano sólo 'regaló' 14 goles a sus compañeros por las 24 asistencias que logró el argentino (máximo realizador en esta faceta entre Liga y Champions). Messi no sólo sabe golear, también hace funcionar a su equipo.
El argentino, además, igualó el número de tantos conseguidos por su contrincante: 53 goles sumando todas las competiciones. En esta campaña, el barcelonista supera claramente al madridista.
Messi ha marcado ya 16 tantos (10 en Liga, 2 en Champions, 3 en la Supercopa de España y uno en la Supercopa de Europa), mientras que CR7 ha anotado nueve: (siete en Liga, uno en Champions y uno en la Supercopa de España).
La partida es larga. La temporada tiene por delante todavía mil y una batallas que librar. Sin embargo, el devenir de este duelo particular sigue sonriendo más a Messi que a Cristiano Ronaldo. Notables variaciones que siguen colocando al argentino como el mejor jugador del planeta por delante del que es, por ahora, aspirante a serlo.